La economía, peor de lo previsto

El Banco de España puso ayer blanco sobre negro algo que hace varias semanas estaba latente en la economía española. Los últimos datos de producción industrial, confianza de los consumidores, evolución del sector exterior y actividad de la construcción o ritmo de matriculaciones de automóviles no eran más que la punta del iceberg de un nada deseable, pero certero frenazo de la economía española, tal y como adelantó LA GACETA.
El dato de Contabilidad Nacional del INE ya anticipaba una importante desaceleración en el último trimestre del año hasta una tasa interanual del 3,5%, tres décimas menos que en el trimestre anterior. Pero a la vista del último Boletín Económico del Banco de España, lo peor aún está por venir. Pese a que desde la autoridad monetaria no se dispone aún de la estimación del crecimiento para el primer trimestre del año, parece claro que será sensiblemente inferior a este 3,5%, lo que, sin duda, arroja serias dudas para que en el conjunto del presente ejercicio se alcance una tasa de crecimiento medio del 3,1%.
La entidad gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez aportó una importante dosis de incertidumbre, prácticamente a diez días de las Elecciones Generales del 9-M, al afirmar que los datos más recientes apuntan a una “desaceleración algo más pronunciada” de la actividad al inicio de 2008, como consecuencia de un entorno internacional en el que se han intensificado las tensiones en los mercados financieros internacionales. Así señala que en febrero se ha acentuado el tensionamiento en los mercados de crédito internacionales, en un contexto financiero particularmente complicado, con importantes pérdidas de los banco de inversión con exposición a los mercados de derivados y dificultades en las compañías aseguradoras de bonos.
Entre los indicadores relativos al consumo privado, la confianza de los consumidores prolongó en enero el perfil descendente mostrado desde agosto pasado, registrando así su sexta caída consecutiva, con lo que fija el nivel mínimo desde mayo de 1994. Buena culpa de esta negativa evolución también la tiene la negativa percepción de los hogares sobre las perspectivas del desempleo, así como el debilitamiento de sus expectativas acerca de la situación económica general. En línea con esta tendencia está el dato de matriculaciones de enero, que reflejó una caída interanual del 12,7%, tras el aumento del 6,3% de diciembre. Sin embargo, matiza que estas cifras han podido estar afectadas por la entrada en vigor el 1 de enero del nuevo impuesto de matriculación.
Tampoco la inversión retoma el vuelo. Según se desprende de los indicadores relativos a la inversión en bienes de equipo, podría estar reflejando una moderación de la fortaleza de esta variable.
Otro dato altamente preocupante es el de la construcción. Los indicadores que analiza el Banco de España resultan coherentes con una intensificación de la ralentización registrada en los meses precedentes. Tanto los indicadores de empleo como los relativos a consumos intermedios evolucionaron en enero de un modo más desfavorable que en los meses precedentes. El Banco de España realza “el notable crecimiento” en enero en el número de parados registrados del 27,1% interanual. Los últimos datos sobre negociación colectiva reflejan un incremento salarial para 2008 del 3,3%, cuatro décimas más que en 2007.

Jesús García, en La Gaceta de los Negocios, 27-2-2008

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