Más empleo público, menos empleo privado

Conseguir un empleo público es la meta de tres de cada diez jóvenes españoles y un buen número de ellos ha visto cumplido su objetivo en los últimos cuatro años. Un sueldo menor y pocas posibilidades de progresar profesionalmente se ven compensadas con un mejor horario, mayores facilidades para conciliar la vida laboral y familiar que en la empresa privada y, cada vez menos, un trabajo para toda la vida. Desde el segundo trimestre de 2004 hasta el cuarto de 2007, fechas que coinciden con la última legislatura socialista, las administraciones públicas han creado más 170.000 nuevos empleos públicos. Siete de cada diez de estos nuevos trabajos tenían carácter temporal.
Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), a comienzos de 2008 había 2,9 millones de asalariados públicos, frente a 13,9 millones en el sector privado. Por su parte, el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de la Administraciones Públicas, que edita el Ministerio de Administraciones Públicas, registraba 2.554.582 de funcionarios, la mitad en las comunidades. Según este Registro de carácter semestral, que lleva sin publicarse desde junio de 2007, el número de funcionarios se había incrementado desde enero de 2004 y hasta mediados del año pasado en cerca de 210.000 efectivos.
Mientras que muchos asalariados del sector privado han perdido su empleo en los últimos meses, el empleo público se mantiene vivo y cada vez más fuerte en pleno periodo de desaceleración. Si bien es cierto que ha crecido durante casi todo el periodo a menor ritmo que el empleo privado, en los últimos meses ha sido el protagonista del mercado laboral. Ante el aumento del desempleo, las administraciones echan mano de las contrataciones públicas. Esto se evidencia en el porcentaje de empleados públicos con respecto a la población.
Extremadura, con la mayor tasa de paro, duplica el porcentaje de empleados públicos de las dos comunidades con menor tasa, Cantabria y la Rioja.
El último dato de Contabilidad Nacional ya apuntaba esta tendencia. Esta la única estadística laboral que ha reflejado un aumento del empleo en el último trimestre de 2007, más 77.000 nuevos puestos. Una mejora ficticia, ya que uno de cada dos de esos empleos lo creó el sector público. Un indicio más de que lo peor está por llegar.

Enrique Morales, en La Gaceta de los Negocios

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